Desde que Thomas Alva Edison, en 1879, encendió por primera vez su bombilla incandescente, está ha sido nuestra principal fuente de iluminación artificial.
Hoy día se pretende eliminar dicha bombilla para reemplazar por focos “ahorradores”, el fluorescente y el halógeno, cuyas diferencias fundamentales radican no sólo en su forma, sino sobre todo en su funcionamiento y consumo de energía. Es necesario entender como funcionan los diferentes tipos de focos en fotovoltaica para generar eficiencia energética en nuestros proyectos.
Tipos de Focos:
Bombilla incandescente
La corriente eléctrica recorre los conductores hasta el filamento de tungsteno (1), que al calentarse emite luz (2) dentro de un globo de vidrio con gas inerte en su interior que propicia el proceso.
Ventajas: bajo precio y encendido instantáneo.
Inconvenientes: alta emisión de calor, menor vida útil y bajo rendimiento energético.
Foco halógeno
La corriente eléctrica eleva la temperatura del filamento de tungsteno, que emite luz y suelta, por evaporación, un átomo (1) el cual, al entrar en contacto con las moléculas de halógeno dentro del foco (2) forman una molécula de halógeno de tungsteno (3). Al chocar ésta de nuevo con el filamento caliente deposita el átomo de tungsteno, dejando libre la molécula de halógeno (4), que entrará en contacto con el átomo de tungsteno, en forma cíclica.
Ventajas: menor tamaño, luz más intensa y relativamente bajo consumo de energía.
Inconvenientes: mayor generación de calir y costo bastante elevado.
Lámpara fluorescente compacta
La corriente eléctrica, a través del electrodo, estimula el flujo del electrón, que al chocar con un átomo de mercurio emite luz visible y luz ultravioleta (1), la cual es absorbida por el vapor de fósforo (2).
Ventajas: muy bajo consumo de energía, larga duración y mayor eficiencia de iluminación.
Inconvenientes: precio elevado y parpadeo.
Foco ahorrador
Como funcionan los diferentes tipos de focos en Fotovoltaica - Eficiencia Energética
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